LAS FUNDACIONES FRANCISCANAS Y SU LEGADO EN LA ZONA CONURBADA DE GUADALAJARA

Vie, 05/06/2016 - 13:57 -- cenhis
caracteristicas
Año: 
2012
Formato: 
21cm x 42.5cm
No. de páginas: 
256 páginas

En 1502, con el descubrimiento del nuevo mundo, el sumo pontífice otorgó a los reyes católicos el derecho de incorporar los diezmos de los templos en América, a cambio de evangelizar e integrar a los indígenas a la Iglesia católica, tarea realizada, de manera primordial, por las órdenes mendicantes: el clero regular representado por los frailes franciscanos, agustinos, dominicos y jesuitas.
A consecuencia de ello, en 1508, el rey Fernando II de Aragón –también conocido como el Católico– obtuvo del papa Julio II el privilegio de la erección de todos los templos de las nuevas tierras descubiertas, la fundación de catedrales y hospitales, condicionado a que el diezmo sobre los metales no pasara a la Iglesia sino a la Corona, de manera que todo lo que se hiciera fuera a título del Regio Patronato Indiano.
Los españoles e indios que vivieran en territorio administrado por el clero secular (arzobispos, obispos y sacerdotes) tenían que pagar el diezmo a la Iglesia; no así los indios que habitaran en territorio administrado por el clero regular, pero, a cambio de este privilegio, tenían el deber de construirles sus iglesias y conventos (el tequio), así como ayudarles en su sostenimiento.
Durante el proceso de la conquista espiritual, la extraordinaria obra de las órdenes mendicantes fue la acción que llevó a crear, en mucho de los casos, una arquitectura monumental, objeto hasta la fecha de vastos estudios a lo largo y ancho del país, situación que no escapa a nuestra región y localidad.
Es por ello que el hecho de divulgar esta investigación en torno a la arquitectura patrimonial, realizada por los indígenas bajo la dirección de los franciscanos, es digna de admirarse, en la medida que forma parte importante de nuestra identidad.
El estudio, el acopio documental y el análisis de los sitios, así como la métrica y la iconografía de esas fundaciones franciscanas significan, en su conjunto, el pleno reconocimiento a la labor que, durante siglos, esta orden mendicante ha realizado desde los tiempos remotos de la conquista espiritual, preservado hasta nuestros días.
En términos geográficos, nuestra investigación se ubica en la zona conurbada de Guadalajara, Jalisco, México: Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá, Ixtlahuacán del Rio, Juanacatlán, Ixtlahuacán de los Membrillos, y Zapotlanejo.
En muchos de estos casos, la identidad de los mismos ha sido afectada por el intenso trabajo de urbanización que en esta zona se ha venido realizando.
El contenido de nuestra publicación se orienta al análisis de este patrimonio singular, desde el punto de vista histórico, urbanístico, espacial-arquitectónico e iconográfico, es decir, trata de encontrar y describir las relaciones e influencias formales y estilísticas de los edificios que conforman este rico patrimonio histórico-cultural.
En suma, consideramos que las expresiones de arte plasmadas en estos edificios, y realizado por indígenas anónimos, se han ganado, de manera por demás merecida, la distinción no sólo de permanencia, sino de una identidad regional propia, nombrada por algunos autores como el barroco popular, arte tequitqui o arte indocristiano.

LOS AUTORES